Ubicado a apenas 5 minutos del centro de la ciudad, el Valle del Picapedrero conserva en su corazón el patrimonio cultural tandilense. Aún conserva su disposición desde principios de siglo XX. En aquella época, cientos de hombres se radicaron en Aurora, Cerro del Águila y Los Corrales con sus viviendas, brocales y edificando innumerables caminos y puentes. Esos españoles e italianos llegaron a las sierras, donde afloran las antiguas rocas
graníticas para obtener adoquines, cordones y otros cortes para la construcción. Primero fueron cortando los grandes “bochones” naturales y luego labraron inmensas cavas para aportar al progreso urbano de la provincia y a engalanar Buenos Aires para
el Centenario de la Revolución de Mayo. Los suaves domos del sistema de Tandilia, dejaron ver en las cavas las rocas más antiguas de nuestro país y esos artesanos del
paisaje labraron frentes de explotación que hoy constituyen abruptas y cavas consiguiendo un escenario perfecto sobre el que disfrutar decenas de actividades de aventura. El Parque ofrece 7 tirolesas de diferente longitud (la más larga de 400 metros) y 2 puentes tibetanos en diferentes sectores del predio. Este circuito de tirolesas tiene una duración aproximada de 2 horas y es apto para mayores de 7 años. Otra actividad ofrece dos descensos en paredes de diferente dificultad mediante la técnica de rapel, más dos escaladas en roca en una pared por dos vías diferentes. Esta tiene una duración aproximada de 2:30 horas y es para mayores de 15 años. Entre las propuestas del Parque están: Circuito de tirolesa y puentes tibetanos