DIARIO DE TURISMO
Editado en Córdoba - Argentina

CORDOBA

Memoria presente del pasado Jesuítico por Colonia Caroya

Icono arquitectónico inconmensurable, joya histórica son dos de las cualidades que posee la Estancia de la localidad de Colonia Caroya, Cconmás de 400 años de su construcción. Ubicada a 50 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, por ruta nacional Nº 9, esta construcción colonial refleja uno de los rostros de la Córdoba norteña.

Lunes 27 de Marzo de 2023

Se trata de la primera "empresa espiritual" y establecimiento rural que organizó la Compañía de Jesús, allá por 1616. Junto con el resto de las Estancias, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco y en su interior la huella de sus creadores y los distintos periodos históricos que la tuvieron como protagonista, se mantiene perenne.

Soberbio conjunto edilicio que data en su mayor parte del siglo XVIII, tuvo tres interesantes destinos que contribuyeron a trazar su quimera. En el período colonial fue la casa de vacaciones para los alumnos del Real Colegio Convictorio de Montserrat. Dedicada a la producción fruti-hortícola, cultivo de cereales y ganadería le permitieron a los padres solventar sus instituciones religiosas y cumplir con sus tareas de evangelización, formación y educación. Entre 1814 y 1816, mientras se desarrollaban las guerras de independencia fue la primera y única fábrica de armas blancas del país abastecedora de puntas de bayonetas para el Ejército del Norte.

En tanto que en 1876, ya propiedad del gobierno nacional, pasa a albergar a los inmigrantes italianos de Friuli, colonos que finalmente terminarán organizando el poblado y quienes le otorgarán a Colonia Caroya la identidad que hoy la caracteriza. Mitad templo, mitad factoría, esta monumental construcción, una vez más, deja entrever la influencia europea que los jesuitas con esmero y dedicación supieron dejar plasmada en cada uno de sus muros.

Poseedora de un estilo residencial y colonial en el medio rural, esta obra se organiza en derredor de un extensísimo patio central en el que dos enormes palmeras engalanan su ingreso. A él se accede ya sea por una entrada lateral en la que antiguamente ingresaban los carruajes o por una especie de "patio de honor" sobre elevado con dos cuerpos salientes que lo enmarcan. Seguido de un frondoso jardín, el visitante podrá disfrutar del aroma propio de los olmos, los naranjos y palmos que innegablemente vuelven a dar la bienvenida.

En su totalidad, este colosal bastimento cuenta con una capilla dedicada a la Virgen de Montserrat. Construida en muros de piedra es uno de los últimos remanentes del siglo XVII que aún hoy invita al recogimiento.

La residencia y las oficinas organizadas en torno al claustro central conformado por diez habitaciones no sólo son el paso siguiente para que el visitante continúe empapándose de historia sino que su recorrido le permitirá divisar con total facilidad el influjo italianizante con que se formó la Orden. Muros de adobe, piedra de canteras, ladrillos son algunos materiales que sobresalen en su fachada, mientras que en su interior las estructuras de madera y algarrobo, como sus pisos de baldosas criollas terminan por otorgarle su rasgo distintivo y su encanto propio. Contiguo al edificio central se podrá admirar el sistema hidráulico integrado por perchel, horno de cal, depósito, tajamar, molino y acequias para quintas y huertas. Una postal que guarda sigilosamente y con recelo los vestigios de un pasado cultural, en donde el trabajo y la dedicación adquieren su máximo esplendor.

Considerada, en la actualidad, museo pluritemático, la Estancia de Caroya ofrece la oportunidad de apreciar las herencias de una historia que se nutrió entre paredes de cal y piedra. Para los amantes de las armas, se pueden recorrer salones y galerías que exhiben ejemplares de guerra de la época revolucionaria. Se destacan las réplicas originales de los sables que se hacían para cada soldado de acuerdo a su rango; a lo que se le suma como joya contar, entre ellas, con la réplica original del sable perteneciente al General Artigas.

En otro rincón del claustro, encontramos la evidencia del paso de los inmigrantes. Esta se alza a la vista de todos a través de juegos de dormitorio, baúles de viaje, ruecas para hilar y un sinfín de artefactos domésticos que estupendamente supieron conservarse. Un enorme tonel con prensa para las uvas, imprime con fuerza el legado que los descendientes de Colonia Caroya supieron salvaguardar y materializar en sus costumbres.

Conjunción arquitectónica y cultural la estancia de Colonia Caroya es un destino turístico ineludible. Rincón histórico, memoria viva, nos ofrece a lo largo de su recorrido redescubrir más de 400 años de pasado en medio de la majestuosidad.

 

Informes:

Dirección: Ruta E 66, camino a Ascochinga, Departamento Colón, Colonia Caroya

Teléfono: (03525) 426701 /03525-428581

Horarios: Para consultar horarios, comunicarse con el teléfono de contacto de la Estancia.