Cientos de turistas llegan cada año, por ser el único lugar en el Hemisferio Sur donde se le pueda contemplar desde tan cerca, arribando desde el continente.
La ciudad magallánica de Puerto Deseado se encuentra en el extremo oriental de la Provincia de Santa Cruz, a 292 kilómetros al sur de Comodoro Rivadavia y 736 kilómetros al norte de Río Gallegos. Cuenta con una ría riquísima en variedad de fauna marina y su paisaje es representativo de la diversidad geográfica que puede encontrarse a lo largo de los casi mil kilómetros de costa santacruceña. Aguas frías, azules y profundas, el mar infinito en el horizonte inasible, y cautivantes bahías, acantilados y cabos, enmarcan este destino turístico de la costa patagónica.
Navegar 20 kilómetros al sur de esta ciudad, por vía marítima, se llega a la Isla Pingüino: un emergente rocoso de origen volcánico que data de hace más de 150 millones de años (período Jurásico) y que actualmente aloja con regularidad a aves, lobos y elefantes marinos, y dos especies de pingüinos: el de Magallanes y el de Penacho Amarillo.
Se trata de un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura, dado que este lugar pertenece al “Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino”, que le otorga protección tanto nacional como provincial: está preservado y puede ser contemplado por limitados contingentes que no alteren la vida de las especies. Eso permite una convivencia armónica de estas especies animales, casi en estado virgen.
Una excursión para los sentidos
La expedición parte desde la ciudad, se adentra en la Ría Deseado, un singular estuario que es reserva natural provincial y en el que conviven al menos 34 especies de aves marítimas y costeras, para ingresar luego al mar abierto, el Mar Argentino. En su recorrido de 40 minutos a bordo de una embarcación, los visitantes se van encontrando con pequeñas islas donde la fauna marina de la región se presenta en todo su esplendor. Durante la navegación, hasta tres especies de delfines pueden llegar a sumarse al contingente, llenando de colores las aguas cristalinas. E incluso, con algo de suerte, algunos llegan a ver a la extraordinaria ballena orca.
La temporada para conocer a los pingüinos de penacho amarillo se extiende entre octubre y abril de cada año. Se les puede conocer en sus diversas etapas vitales: cuando llegan las hembras, cuando llegan los machos, cuando arman sus nidos con piedritas y ramitas, cuando nacen los pichones, cuando sobrevuelan las gaviotas grises.