Las piscinas naturales surgen cuando el mar baja y por eso los turistas deben consultar las tablas de marea para saber a qué hora del día se puede disfrutar del paseo. Al bajar el mar, deja en el interior de las formaciones de coral grandes cardúmenes de peces de colores. El resultado es la transformación del litoral en un inmenso acuario, invitando al turista a tomar un baño de naturaleza marina.
En Porto de Galinhas el acceso a las piscinas naturales es facilísimo, basta al turista contratar los servicios de una jangada que lo llevará hasta ellas. Las jangadas están a disposición en la playa de la villa en pleno centro. El paseo es tranquilo, navegando sobre un mar calmo, cruzando junto a otras embarcaciones. Al llegar a las piscinas, el turista recibe instrucciones del jangadeiro, quien orienta a los pasajeros, mostrando dónde es posible zambullirse. El paseo dura una hora dependiendo de las condiciones de las mareas.