Fuimos hasta su casa, donde vive y cocina cerveza, en San Lorenzo a 7 kilómetros de Mina Clavero. Estar ahí, disfrutando la paz del entorno, ya valió el paseo. Pero se pone mejor cuando Pablo te empieza a contar su historia. Ahí entendés que su hogar es un reflejo de él mismo, de su originalidad, y te entusiasma imaginar cómo será el sabor de una cerveza que se crea en un escenario tan especial. Su casa es arte en el medio de la naturaleza pura. Pablo es un artista. Es orfebre, músico, y ahora creador de cervezas artesanales con recetas únicas. En 2009 empezó a

enamorarse de esto y decidió hacer un curso de cervecería en Córdoba. Desde entonces, no paró de inventar nuevos sabores que te van a sorprender. Estudioso de la historia y los procesos de esta bebida, descubrió que originalmente para su elaboración no se usaba lúpulo, sino que tanto en Europa como acá, siempre se usaron hierbas. Entonces ¿Porqué no experimentar con estos

elementos tradicionales?. Así fue que a la Loja, le empezó a poner lúpulo, y a las mezclas de bebidas ancestrales de acá, les empezó a sumar cepas de levadura de todo el mundo para lograr un fermento de mejor calidad y de un sabor diferente sobre la base de productos nativos.

Tenía claro que su intención no era imitar una cultura de otro lado, sino por el contrario, hacerle honor a la nuestra. Así es que en cada nueva receta, se propuso combinar los secretos de la cervecería europea con la fermentación de las bebidas y yuyos de nuestra cultura de Traslasierras

¿Qué sabores se pueden probar?

La devolución de la gente es el parámetro de Pablo para crear. De sus opiniones descubrió la variedad del público, con gustos que van de lo más dulce a lo más amargo. Si estás dentro del grupo de quienes prefieren disfrutar el amargor de la cerveza, te recomendamos la W.a.p.a., la receta más amarga. Para quienes prefieren sabores más dulces, la cerveza del Chañar es una de las mejores opciones, por la dulzura propia que tiene el fruto de este árbol nativo que es la base

de su producción. También con tintes de dulzura podés probar la cerveza Algarroba, elaborada

precisamente a partir del algarrobo, típico árbol de nuestros suelos. Otras opciones intermedias son la cerveza de Peperina y Anisiyo que entran dentro de la tipología de cervezas de invierno Amber y su composición se basa en la reducción de la can􀆟dad de lúpulo en pos del agregado de estas hierbas autóctonas, lo que resulta en cervezas de es􀆟lo belga pero con yuyo serrano. Y luego tenemos la Quemadilla, que resulta entre las más interesantes porque se compone de ese brebaje tradicional de Traslasierras del mismo nombre, que se hace con varias plantas de acá.

¿Cuál vas a probar? Te invitamos a conocer este lugar tan especial y disfrutar de sabores de calidad y propios de nuestra cultura originaria.