La historia cuenta que el cura gaucho transitaba el valle de traslasierra cabalgando en su mula, para asistir a cada transerrano que le fuera posible atender y acompañar en determinadas situaciones. Un simple llamado a la imaginación, para cualquiera que se detenga unos minutos en las altas cumbres, y mire el valle desde ese lugar le permitirá entender el faraónico sacrificio del santo y hasta pueda imaginarlo cabalgando lentamente entre las grandes piedras, llegando al umbral de cada rancho para elevar una plegaria y aumentar la fé de los creyentes. El punto exacto donde se inicia esta peregrinación de los promesantes es el kilómetro 105 de la ruta provincial 34, justamente en el ingreso al paraje Giulio Cesare, allí se encuentra la primer posta del “Camino del peregrino” que cuenta con 8 postas ubicadas cada 3 kilómetros cada una. Un dato para tener en cuenta, es que las empresas de trasporte interurbano, Coata, Ersa, Panaholma y Sierras bus, tienen parada en el primer puesto del camino del peregrino y para aquellos que deciden hacerlo en vehículo debemos decirles que el camino se encuentra en buen estado. El tramo completo desde la posta inicial hasta el santuario es de 24 kilómetros. Este circuito a sido diseñado y construido estratégicamente cada 3 kilómetros más o menos, el recorrido ofrece en su trayectoria vistas increíbles del maravilloso paisaje de todo el valle transerrano. Las estaciones, cuentan con bancos y entre la vegetación de la zona se puede encontrar sombra propicia para tomar aire y continuar con la peregrinación. En el puesto 3 un pequeño arroyo invita a refrescarse y disfrutar del lugar con un buen refrigerio o mate. En el recorrido se cruza por el pueblo de Vila Benegas, donde los peregrinos disponen de sanitarios y servicios de gastronomía, además pueden visitar la Capilla y los puestos de artesanos en cerámica negra que forman parte del reconocido “Camino de los artesanos”. Luego de un buen descanso y reponer energías se puede continuar con el viaje hacia el destino final. En la posta 7 se llega al puente del cura, debajo cruza el arroyo rodeado de gran vegetación y grandes piedras, es una gran tentación para hacer una última parada. Ya próximos a la posta final se encuentran dos caminos que están señalizados y que indican hacia la derecha hacia Villa Cura Brochero y a la izquierda hacia Mina Clavero. La señalización es clara, tomando hacia la derecha se llega a la posta 8, aquí el cartel indica que solo faltan 3 kilómetros para finalizar la peregrinación hasta el santuario. El recorrido es de dificultad muy baja, se puede caminar con tranquilidad por el valle, el camino está en buen estado, tanto para el caminante como para cualquier vehículo. El trayecto de la peregrinación caminando tiene una duración aproximada de 6 horas desde el inicio hasta el santuario. Sin duda este camino poco a poco irá tomando más vida, con algunos puestos intermedios que ofrezcan refrigerios y alimentos para los caminantes. En el santuario se encuentra un sector de alojamientos para aquellos que quieran pernoctar y recorrer Villa Cura Brochero.