Con ropas de marca o de ferias, rubios, morochos, jóvenes, adultos, niños y mayores, de distintas clases sociales y profesión; de variadas religiones o credos, simpatizantes de diferentes clubes, de nuestra provincia, o de alguna otra, de países vecinos o de otros latitudes, alguno en carpas estructurales, en canadienses, iglú, casillas rodantes, motor home, acantonando o protegidos con un simple plástico, abrigados con frazadas o ropa para lugar y clima, de a pie, en micro, a dedo, o en movilidad propia, todos se dan cita a este evento anual, muchos con música de cuarteto otros folclores u algún otro tipo para amortiguar la espera. Muchos disfrutando de la naturaleza y respetándola otros no tanto, el tradicional asado es la compañía gastronómica. Entre el ensordecedor sonido de parlantes los gritos de salame, pan casero, queso, coca, u algún otro suvenir del evento. De repente aparecen entre águilas, caranchos y cóndores el tronar de las palas de los helicópteros que anuncia la pasada de las maquinas, un ulular de sirenas de los vehículos de seguridad, una cortina de tierra y los parlantes que dejan de pasar música para enganchar alguna emisora que trasmite el evento, cámaras y celulares preparados, banderas que se agitan; y de repente el comentario de aquellos que la saben a toda, “ponele la 5, corta la curva, quien te enseño a manejar, deja de pasear, entre otros”. Todo esto hace al folclore de los cordobeses que al igual que nuestro burrito, el fernet, el cuarteto, los ríos y las sierras y el RALLY son sinónimo de CORDOBA y de TURISMO.
EL TURISMO; una de las principales actividades de la provincia si bien este es un “NICHO DE MERCADO TURISTICO” este segmento de la actividad según las autoridades nacionales de turismo han dejado unos 600 millones de pesos en Córdoba