Rio de Janeiro: Destino clásico para todos los viajeros que alguna vez llegan a tierras brasileñas. Con sus magníficas playas llenas de vida y sus calles que desbordan cultura, Rio a sabido posicionarse como uno de los destinos predilectos a nivel mundial. Muchos serán los que sigan los pasos de la Garota de Ipanema, pasen sus días tumbados en la arena de Copacabana o tomen millones de fotografías en las Escaleras de Celarón. En cualquier época del año visitar Rio será un placer pero para aquellos que busquen la experiencia completa no deben perderse los carnavales más famosos del mundo que se llevan a cabo en este mes de febrero.

Salvador de Bahía: El destino colonial de Brasil. Con todo el color de las Bahianas moviendo sus enormes polleras y las callecitas llenas de historias Salvador es un destino imperdible para los que quieran combinar hermosas playas con una impresionante cultura. El Pelourinho (centro histórico de Salvador) transcurre entre zigzagueantes callecitas repletas de locales artísticos, espectáculos callejeros y deliciosos manjares. Y las islas cercanas a la ciudad, a las que es posible llegar en un breve recorrido en barco, no tienen nada que envidiarle a los mejores destinos playeros del caribe.

San Pablo: Muchos dirán a que viaja la gente a San Pablo si no es a hacer negocios. Pero la verdad es que el centro financiero más importante de Sudamérica tiene muchísimas cosas para ofrecer a los viajeros que decidan recorrerla por unos días. Comenzando por las caminatas por sus calles, el mejor lugar para entender como es la dinámica de una ciudad que a diario recorren millones de personas o descubriendo sus mercados locales donde será posible degustar la mejor comida brasileña y otros manjares de todo el mundo. Los amantes de los museos encontrarán en San Pablo un destino ideal y para los que buscan una noche animada los Paulistas saben disfrutar de la vida una vez que salen de sus trabajos en busca de algún copo de cerveza en algún bar de Vila Madalena. Para los que tengan unos días más el Parque Ibirapuera es un oasis en el medio de la ciudad.

Manaos: Tierra del mítico Amazonas y destino ideal para los exploradores, Manaos es la capital desde dónde aventurarse a conocer una de las regiones más famosas del planeta. La ciudad en sí ya es toda una aventura, con ritmos distintos y una cultura muy característica. El magnífico Teatro Amazonas es la joya a descubrir donde además es posible presenciar una de las tantas obras o conciertos que se llevan a cabo cada semana. Pero la alegría de sentirse un explorador esta en los recorridos por los ríos en los que es posible observar miles de especies distintas entre las que se destacan las aves, reptiles, peces e insectos. Y como si esto fuera poco, el Encuentro de las Aguas será un espectáculo que pocos esperan y dejará asombrado a más de uno. Es imprescindible no olvidar el repelente contra mosquitos y estar preparado para el calor y la humedad.

Isla Grande: Ubicada entre San Pablo y Rio de Janeiro esta isla atrapa los corazones de muchos que la visitan y deciden quedarse allí por mucho tiempo. Cargada de un aire de calma y tranquilidad, lejos del ruido de los motores (ya que en la isla no circula ningún vehículo a motor) y con playas y paisajes de ensueño Isla Grande invita a recorrerla con calma y a paso lento. Los amantes de las playas podrán conocer muchas en distintos puntos de la isla, algunas de ellas totalmente solitarias. Para los que disfruten de las caminatas muchos senderos para practicar trekking conectan el pueblito de Vila do Abraão con distintas playas y cascadas. Y para los que no deseen caminar tanto muchos servicios de barco acercan a los viajeros a los principales puntos de la isla. Para llegar es posible tomar un bus desde San Pablo o Rio de Janeiro hasta la localidad de Angra dos Reis y desde allí el ferry que llega hasta la isla.