Más de uno se asombrará al ver grandes ojos vigilando desde la costa o temblará al sentir esas miradas frías muy cerca del bote. Inmóviles y sigilosos esperaran en los Esteros del Iberá hasta que la lancha pase por sus canales. Con suerte podrán verse caminar libremente siervos de los pantanos y venados de las pampas, y con seguridad cientos de especies de aves, lugar recomendado para avistaje y fotografía. Si se alojan en Colonia Carlos Pellegrini compartirán las tardes al lado de carpinchos, como si fueran perros callejeros, y podrán asegurarse paseos naturales en contacto con la naturaleza.