Tailandia es un país grande a comparación de muchos de sus vecinos y es uno de los más preparados en cuanto a servicios de transporte para el turista. Es por eso que a la hora de moverse los viajeros podrán elegir alguna de las opciones que se adapte mejor a su presupuesto.

Sin embargo nunca tenemos que olvidar que los ritmos y los tiempos de viaje siempre quedarán supeditados a los acontecimientos que puedan suceder en el camino. ¿Qué queremos decir con esto? Que si nos movemos a través del país por tierra hay que olvidarse de la planificación y dejarse llevar por los tiempos reales del viaje, que nunca serán similares a los que nos informan a la hora de vendernos los pasajes. ¿Qué puede suceder? Desde inundaciones que bloquean las rutas y vías, pasando por retrasos y paradas inesperadas o las ganas de los choferes de descansar un rato y retrasar el trayecto.

Es por eso que siempre hay que viajar con anticipación y flexibilidad. Pero a no desesperar! Todos estos “contratiempos” si queremos llamarlos de algún modo también son parte de la magia tailandesa y nos ayudan a entender mucho mejor la forma de vida de las personas, la calma y felicidad con la que se toman cada uno de sus días.

Nuestra experiencia

A partir de aquí les contaremos nuestra aventura viajando desde la isla de Koh Panghan hasta Bangkok. Un recorrido de unos 1400 kilómetros que incluía un traslado en Songhtaew (camioneta/bus urbano), Ferry, Bus y Tren. Total: Supuestas 22 horas de viaje.

El traslado hasta el ferry supuso una simple negociación con el chofer de la camionetita, algo sencillo al mes de estar viajando por Tailandia. El precio original de 300THB terminó siendo de 175THB desde el pueblito de Srithanu hasta el puerto de Tong Sala. Una vez en el Ferry subimos sin problemas y las tres horas de viaje sólo tuvieron como contratiempo el uso excesivo del aire acondicionado en la cabina del barco. Ya en tierra nos esperaba el bus que nos llevaría hasta la estación de trenes.

En el bus una chica sentada a nuestro lado conversaba con sus vecinos de asiento contándoles sobre la supuesta cancelación de los trenes por las intensas lluvias de los últimos días. Decidimos no darle importancia y evitar cualquier tipo de sospecha hasta estar en la estación. Y una vez allí efectivamente los trenes estaban cancelados por inundaciones y la única opción a la vista era recuperar el dinero del pasaje y esperar a que algo bueno suceda.

Éramos aproximadamente 15 viajeros y sus mochilas varados en la estación de trenes de Surat Thani intentando descifrar que hacer. Algunos con historias más urgentes, como tickets de avión para el día siguiente y otros como nosotros a quiénes no les afectaba demasiado el retraso pero tampoco nos alegraba la complicación.

Y fue así que la solución llegó como llegan todas las cosas buenas en Tailandia. Un servicio de buses desde Surat Thani ofrecía diez lugares hasta Bangkok en un recorrido que no duraría más de 11 horas. No dudamos y nos decidimos por esta única opción de seguir viaje hacia nuestro destino.

El trayecto final en el bus fueron 25 horas de viaje debido al intenso tráfico y al corte de una ruta por las lluvias. Durante el recorrido compartimos historias, anécdotas y experiencias que hicieron del viaje algo mucho mejor que un solitario recorrido corto en tren. Hasta pudimos hacernos amigos del chofer, que no hablaba ni una palabra en inglés y había que mostrarle un dibujito de un niño haciendo pis cada vez que queríamos parar para ir al baño.

Por todo esto y mucho más Tailandia será una experiencia única para todos los que deseen recorrerla y disfrutar de cada una de las cosas que la hace maravillosa. Lo importante es aprender lo más posible de los tailandeses y vivir cada día con calma y una sonrisa dibujada en nuestra cara.